Hace más de una década que nos desacostumbramos a esperar la periodicidad del hecho artístico. De repente, todo parece estar al alcance de la mano. Podemos descargarnos una obra literaria completa y, dos días más tarde, moverla a la papelera de reciclaje. Las series ya no tienen episodios semanales: se pueden maratonear. Y como todo es de acceso inmediato, nada parece importar. Aquel viejo fantasma inexistente, la piratería, al final no generó problemas económicos, sino ataques de ansiedad. Recuerdo que cuando nació la revista Orsai, en 2010, nos impusimos que fuera difícil conseguirla en papel, sobre todo para que tuviera valor poseerla. Y funcionó. Pasaron catorce años y Orsai se convirtió en la única revista rentable de literatura y periodismo sin publicidad ni subsidios. Pero perdió periodicidad: la hacemos cuando queremos… Caímos en la trampa. Esta edición de Orsai es la número once de la segunda temporada, por lo tanto, quedan cinco más para la season finale. (Si no saben que las temporadas de la revista Orsai duran dieciséis números, ya es hora de que lo sepan). Así que, durante todo 2025, vamos a corregir el cronograma. Y, a la vez, vamos a homenajear a la gráfica del siglo pasado, e incluso a las revistas del siglo diecinueve, que salían en fechas precisas. Sí: volveremos a salir a la calle en fechas específicas, sobre todo, para que ustedes sepan esperarnos.
Las próximas cinco ediciones de Orsai (de la doce a la dieciséis) saldrán en 2025. Volverán los folletines, esa maravilla decimonónica que en el Reino Unido hizo famoso a Robert Louis Stevenson y a Charles Dickens, y que en Rusia les dio de comer caliente a Dostoievski y León Tolstói. Grandes escritores y narradoras de estos tiempos intentarán mantener en vilo a la audiencia de Orsai con historias por entregas: capítulo a capítulo. Y también regresarán los debates: aquellos artículos periodísticos que grandes periodistas redactaban en los años setenta y que otros periodistas, rivales, respondían en el número siguiente. No faltará la ficción, y nos subiremos del todo al complemento sonoro: cada texto de Orsai será adaptado por actores, locutores y las voces de los propios narradores. Las próximas cinco ediciones de Orsai se conseguirán únicamente en formato de suscripción completa (saldrán, exactamente, cada setenta y cinco días), y esto buscará provocar en la audiencia una sensación ya casi en desuso: esperar una revista deseada. Ese fue uno de los mayores placeres de nuestra juventud. Cerdos & Peces, Humor, El Porteño, Puro Cuento, La Maga, El Periodista, Co & Co… Chiri y yo somos hijos de una educación sentimental basada en la espera. Así que, desde hoy, iniciamos una aventura un poco nostálgica y un poco necesaria: bajar la ansiedad y esperar, cada tanto tiempo, nuevas historias. Disfruten de esta hermosísima Orsai número once porque, desde enero, empezará otra época. Ojalá tengan ganas de esperarla con nosotros.