Si hay algo de lo que no nos pueden acusar es de discriminar por edad. La prueba de ello es la nueva revista Orsai, en donde publicamos tres textos maravillosos de dos autores con una enorme distancia generacional: el gran Enrique Medina, de 86 años, y la prometedora Malena Landoni, de 23. Y lo más extraordinario de todo es que hasta tienen cosas en común.
Para nosotros, publicar a Enrique Medina en la Orsai N10 es casi consagratorio. A los 15 años, Hernán y Chiri leían su novela Las tumbas a escondidas, bajo los pupitres del fondo del aula, mientras los profesores enseñaban cosas que no les importaban. Por esos guiños increíbles del destino, muchos años después nuestra directora de arte y compañera de vida de Chiri, Margarita Monjardín, diseñaría la tapa de esa novela cuando la reeditó Galerna. Y Julia, la hija de ambos, había sacado la foto que se usó para esa portada. Ahora, Enrique debuta en la revista con «El Puma Flores en tres pasos» y «Viajes y gitanas», dos cuentos con su sello.
El caso de la periodista Malena Landoni, que firma «Muñecas de Capital», nos provoca mucha envidia. No sólo porque sus crónicas tienen un pulso y una tensión abrasadores, o porque su talento la consagró en el Concurso de Crónica Patagónica, sino porque además tiene el descaro de haber nacido en el año 2001. Una falta total de respeto a todos los que nos acordamos de ese año como si hubiese sucedido ayer y todavía no hicimos nada productivo.
Escriben
Los suburbios de Buenos Aires y de la naturaleza humana, un punto de contacto
Enrique Medina es un escritor imprescindible, que narra los bajos fondos urbanos con un oficio tan asombroso que nos llena de admiración. En este número publicamos «El Puma Flores en tres pasos» y «Viajes y gitanas». El primero retrata un instante de la historia de un policía retirado, que sufre los achaques de su edad y perdió el filtro para hablar con otras personas, pero que mantiene sus valores intactos. En el segundo, Medina narra un viaje a Uruguay a fines de los años sesenta, donde recuerda sus días errantes como cineasta y marionetista por América Latina.
La de Malena Landoni es una crónica generacional tan honesta y explosiva que nos conmovió. En ella cuenta su experiencia y la de sus amigos durante el primer año que vivieron en la Ciudad de Buenos Aires. En 2022, Malena llegó desde Puerto Madryn, Chubut, a estudiar en la universidad y al poco tiempo fue diagnosticada con TDAH —trastorno de déficit de atención con hiperactividad—. En ese momento, sus amigos atravesaban experiencias similares. Entre todos buscaron cuidarse con las herramientas que conocían, entre el ahogo de la gran ciudad y el modelo exitista impuesto por las redes. Se trata de una crónica sobre el desarraigo y la salud mental. Un texto que narra un mundo de soledad y medicación, donde casi los únicos adultos que aparecen son psiquiatras.
Medina con su experiencia, y Landoni con su desfachatez, narran la sordidez, los vínculos humanos y escenarios complejos de la sociedad, con el poder de observación y el ojo clínico de los grandes escritores.
Ilustran
Las ilustraciones, tan envolventes como los propios textos
El trazo ya icónico en Orsai de Matías Tolsà calzó perfecto para las historias de Enrique: sus ilustraciones nos llevan a los submundos recios y vertiginosos de las tramas policíacas. En la crónica de Malena, el arte de Julio Alan Lepez se mueve en una dualidad entre lo sensual y lo inestable, y la confusión y la fuerza interna que transmiten los protagonistas de la historia.
Tres grandes historias interpretadas por dos gigantes de la actuación
Las versiones sonoras de estos textos son un auténtico viaje. Los de Medina están interpretados por el porte y la solidez actoral del gran César Bordón. Por su parte, la crónica sórdida y angustiante de Malena Landoni queda pintada en la interpretación de la actriz Violeta Urtizberea.
Pueden escuchar sendos adelantos en los botones debajo.
00:0000:00«Muñecas de Capital», de Malena Landoni, en la voz de Violeta Urtizberea.
00:0000:00«Viajes y Gitanas», de Cesar Medina, en la voz de César Bordón.